Vuelvo después de las vacaciones de Semana Santa y también de haber estado un poco ausente en las últimas semanas.
Terminado el reloj me puse manos a la obra para reciclar una sillita en deshuso. El asiento era de enea pero estaba sucio y pensé que no merecía la pena limpiarlo sino darle un nuevo aire a la sillita.
Terminado el reloj me puse manos a la obra para reciclar una sillita en deshuso. El asiento era de enea pero estaba sucio y pensé que no merecía la pena limpiarlo sino darle un nuevo aire a la sillita.
Para hacer de nuevo el asiento utilicé un tablero de pino al que le puse una espuma grapada y he tapizado con una tela infantil con ositos de un corte un poco clásico.
La sillita era de color madera. En primer lugar la decapé y una vez decapada y lijada le di dos manos de selladora para posteriormente pintarla con la misma pintura que utilicé en la restauración de la butaca y que me había sobrado. El color es arena mate y la pintura es crema de pintura de la casa Liberón especializada en productos para la madera. El aglutinante de la pintura escogida es la caseína que es un derivado de la leche.
En la fotografía de arriba puede apreciarse la primera mano de imprimación. Comentar que entre capa y capa lijamos con una lija fina.
En estas dos fotografías se ve el contraste entre el color blanco de la imprimación y el color arena de la sillita. Se han dado varias capas y entre capa y capa se ha lijado. Para dar el toque final utilizaremos cera incolora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario