Hace bastantes días que no escribo nada, no es por ganas sino por falta de tiempo. Cuando llega la hora en que tengo un rato para mi resulta que son las tantas de la noche y el sueño puede con una, así que muchas veces se me cierran los ojos delante del ordenador sin poder teclear ninguna palabra con sentido.
Y creo que más de uno y una en alguna ocasión hemos tenido la sensación de que si el día tuviera más de 24 horas posiblemente podríamos abarcar con todo pero aún así pienso que aunque tuvieramos más horas en el reloj, sin duda en un momento u otro nos faltaría de nuevo tiempo.
Con la llegada del verano y el calor también uno se vuelve más perezoso, si ya me costaba estudiar para los exámenes de la universidad en este tiempo, el ponerme delante del ordenador a veces me resulta un tanto tedioso pudiendo estar por las tardes en la piscina con el peque de la casa.
Dan ganas de escribir, de contar cosas en esos días desapacibles y fríos de invierno, cuando cae la noche a eso de las 5.30-6.00 de la tarde pero el verano, es para estar en la calle, en la playa, en una terraza tomano algo fresquito.
Pero aún así me falta tiempo para poder hacer todo lo que quisiera aunque fuera dedicar unos minutos al blog.
Tengo pendientes varias cosas, una de ellas es terminar de explicar mi viaje a Nueva York y dedicar una entrada al Museo Metropolitano. Otra es poder instalar de nuevo la impresora para poder escanear y subir más modelos de plantillas para coser con fieltro. Paloma me pidió las letras del móvil de bebé, no me he olvidado sólo que no encuentro el momento para instalar la impresora y lo principal, primero encontrar el CD.
1 comentario:
A mí cuando llega el verano también me da más pereza ponerme delante del ordenador, además no tengo cabeza para nada más que no sean las vacaciones.
Estos días tengo mucho trabajo y en lo único que pienso es en descansar.
Carmen
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