Seguimos con la restauración del costurero y en la imagen superior podemos ver claramente los pasos que hemos ido siguiendo. En la imagen de la izquierda tenemos el asa tal y como nos encontramos el costurero en la calle. En la imagen de en medio el asa ha sido decapada y lijada por lo que podemos ver el color original de la madera y finalmente en la imagen de la derecha podemos observar el asa tintada con la primera capa de tapaporos dada y lijada.
En las dos fotografías anteriores de nuevo vemos las piezas decapadas y con el color natural de la madera y como han quedado después de ser tintadas. En esta ocasión ya tienen dada la segunda capa de tapaporos por ese motivo se ve un cierto brillo en las piezas. Una vez se haya secado procederemos de nuevo a lijarlo.
En vez de utilizar una lija del 120 se ha preferido la lana de acero, el porqué, la lija se nos llevaba un poco el tinte en cambio con la lana de acero manteníamos el color pero eliminábamos la capa de tapaporos y es que la lija devasta la superfície de la madera por lo que también nos llevamos parte del tintado en cambio la lana de acero nos permite eliminar el tapaporos pero sin desvastar la madera dándonos un aspecto pulido y suave.
En vez de utilizar una lija del 120 se ha preferido la lana de acero, el porqué, la lija se nos llevaba un poco el tinte en cambio con la lana de acero manteníamos el color pero eliminábamos la capa de tapaporos y es que la lija devasta la superfície de la madera por lo que también nos llevamos parte del tintado en cambio la lana de acero nos permite eliminar el tapaporos pero sin desvastar la madera dándonos un aspecto pulido y suave.
Los cajones superiores del costurero. El de la izquierda fue el que se tuvo que encolar la tapa. Al encolarla quedó una diminuta grieta que tuvo que ser rellenada con masilla. Cuando utilicemos masilla es mejor utilizar el color más parecido a la madera pero si no es posible es mejor utilizar un tono más subido en vez de más claro porque nos será más fácil disimularlo.
En este caso ha quedado como si fuera una veta de la madera.
En este caso ha quedado como si fuera una veta de la madera.
Para preparar el tinte hemos utilizado anilinas de color pardo nogal. En los almacenes de bricolaje acostumbran a vender los tintes ya preparados pero en algunas droguerías podemos encontrar las anilinas en unos sobrecitos y en polvo.
En el mercado podemos encontrar dos tipos de anilinas, unas se pueden mezclar con agua y otras en alcohol. Nosotros en restauración utilizamos las segundas porque seca más rápido al evaporarse el alcohol.
Para preparar el tinte ponemos en un bote de cristal una cierta cantidad de polvo de anilina y añadimos alcohol, vamos probando el color con algún trocito de madera, por ejemplo un listón de pino hasta que consigamos el color deseado. Cuanto más alcohol echamos más claro es el color así que vamos probando si nos queda demasiado claro añadimos más polvo de anilina.
Si queremos conservar unos días o un tiempo el tinte lo que tenemos que hacer es cerrar bien el bote y meterlo en la nevera. Si lo dejamos bastante tiempo fuera a una temperatura variable y expuesto a la luz, el tinte irá perdiendo sus propiedades y a su vez el color que inicialmente conseguimos.
El paso siguiente para el próximo día será lijar la segunda capa de tapaporos y ya podremos empezar a preparar la gomalaca para barnizar el costurero.
Se ha decidido forrar el fondo de los cajones del costurero. Emplearemos un cartón, guata y tela. Así mismo se forrarán las tapas para que puedan clavarse las agujas y alfileres de la costura.
En el mercado podemos encontrar dos tipos de anilinas, unas se pueden mezclar con agua y otras en alcohol. Nosotros en restauración utilizamos las segundas porque seca más rápido al evaporarse el alcohol.
Para preparar el tinte ponemos en un bote de cristal una cierta cantidad de polvo de anilina y añadimos alcohol, vamos probando el color con algún trocito de madera, por ejemplo un listón de pino hasta que consigamos el color deseado. Cuanto más alcohol echamos más claro es el color así que vamos probando si nos queda demasiado claro añadimos más polvo de anilina.
Si queremos conservar unos días o un tiempo el tinte lo que tenemos que hacer es cerrar bien el bote y meterlo en la nevera. Si lo dejamos bastante tiempo fuera a una temperatura variable y expuesto a la luz, el tinte irá perdiendo sus propiedades y a su vez el color que inicialmente conseguimos.
El paso siguiente para el próximo día será lijar la segunda capa de tapaporos y ya podremos empezar a preparar la gomalaca para barnizar el costurero.
Se ha decidido forrar el fondo de los cajones del costurero. Emplearemos un cartón, guata y tela. Así mismo se forrarán las tapas para que puedan clavarse las agujas y alfileres de la costura.
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